Una sesión de Reiki puede durar aproximadamente cuarenta y cinco minutos y, permanecerás acostado en una camilla, descalzo y vestido. Durante la sesión se utiliza música suave y aromas como incienso o esencias. Sin necesidad de tomar contacto contigo, coloco las manos sobre una serie de ubicaciones en el cuerpo llamados chakras, por donde la Energía Reiki fluye.
Durante el tratamiento, sentiras una relajación profunda, una gran sensación de paz. Podrás quedarte dormida/o, algo que no influye para nada en el resultado final. Percibirás un cosquilleo, calor o frío en diferentes partes del cuerpo según fluye la energía. O tal vez veas colores, experimentes una sensación de "flotar" o notarás emociones que salen a la superficie. O no sientas nada, y no por ello significa que el Reiki no esté funcionando.
Podremos hacer sesiones únicas para que obtengas una profunda relajación y sensación de bienestar momentáneo; o bien un tratamiento (de 3 sesiones), donde trabajaremos más a fondo para que salgas de algún estado de desarmonía.
Al finalizar éste tratamiento podrás tomar sesiones individuales con la frecuencia que desees.